El presidente mostró su discrepancia con los responsables de ocultar casi todos los restoshallados en la cata arqueológica de la iglesia de la Asunción de San Millán de la Cogolla El presidente del Gobierno, Pedro Sanz, insistió ayer a los técnicos que trabajan en la restauración de la iglesia de la Asunción, en el Monasterio de San Millán de la Cogolla, que "dejen visibles parte de los hallazgos, para que los visitantes puedan valorar mejor la importancia de este conjunto". Sanz visitó ayer el estado de estas obras, acompañado por el consejero de Cultura, el director general de Cultura y la coordinadora de la Fundación San Millán "Yo espero -afirmó el presidente- que los técnicos hagan algo de caso no ya al presidente, sino a cualquier ciudadano, para que pueda compaginarse lo que es el sentido común a lo que son los aspectos técnicos". El deseo del presidente no fue correspondido por el responsable de la obra que, a pesar de la insistencia del propio Pedro Sanz para que se manifestara sobre las razones por las que se han cubierto casi todos los hallazgos, no quiso decir nada, ni siquiera acercarse a los micrófonos, visiblemente nervioso. Por su parte, la comunidad religiosa tampoco se quiso manifestar su preferencia, aunque uno de sus integrantes comentó que "lo que hay que hacer es definir qué se quiere. Si es un museo, pues que lo sea. Y si es una iglesia, pues que se respete". Lo cierto es que casi todo el conjunto está ya cubierto, algunas zonas incluso con hormigón, excepto un lateral donde se observan los restos de la primitiva iglesia románica. Según la documentación existente, la iglesia se construyó entre los años 1053 y 1067 y los estudios arqueológicos han permitido comprobar que era una iglesia de tres naves. El ábside descubierto en el sondeo realizado en el 2008 era el mayor, donde fue ubicada el arca con las reliquias de San Millán. Del mismo modo, y contiguamente, se halló otro ábside lateral, de hechura muy precisa, donde supuestamente se guardaron unos años más tarde los restos de San Felices de Bilibio, eremita y maestro de San Millán. Asimismo, apareció en la excavación un tercer ábside lateral idéntico, situado en parte exterior de la iglesia actual, bajo el suelo del claustro. Fuente: Ayuntamiento de la Rioja
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